La calefacción por radiadores sobresale por ser uno de los sistemas más empleados en todo el mundo, especialmente en el continente europeo. Esto no resulta para nada extraño si se tiene en cuenta que se trata de un método sencillo, el cual se caracteriza por su excelente relación entre precio y calidad. No obstante, cabe señalar que su bajo costo y su alto rendimiento no son los únicos aspectos de este tipo de calefacción. También cuenta con algunas desventajas, que hacen que muchos usuarios no opten por este sistema a la hora de climatizar su hogar. Éstas tienen que ver básicamente con su diseño y su confiabilidad.
Son numerosas las personas que tienen a la estética como prioridad en lo que respecta a su vivienda. Los aficionados de la decoración aseguran que los radiadores (en especial los que se utilizaban unos cuantos años atrás) no resultan para nada agradables a la vista. Estos individuos, a la hora de seleccionar un sistema que les permita climatizar la casa, optan por aparatos de aire acondicionado o calefacción muy modernos que no sólo son eficientes sino que también son capaces de combinar a la perfección con el resto de los muebles y/o ambientes de la casa.
Es importante tener en cuenta que, con el correr del tiempo, los distintos fabricantes de radiadores destinados a la calefacción han incorporado el concepto de «diseño» en sus productos. Esto permite que los usuarios puedan contar con un sistema de calidad que también aporta a la cuestión estética del hogar. Sin embargo, no podemos dejar de lado el hecho de que la elección de estos equipos no es nada sencilla. Hay ciertas cuestiones que se deben considerar antes de adquirir un sistema de calefacción por radiadores, como por ejemplo: las necesidades y las preferencias de los habitantes de la casa, el sistema que se haya instalado previamente en el hogar y el precio que se tenga pensado pagar.
Por último, hay que hacer hincapié en que existen tres modelos básicos de calefacciones por radiadores: con módulos, de frente liso y con paneles. Los primeros se fabricaban en hierro fundido pero hoy en día son de acero, característica que los vuelve más ligeros y más útiles a la hora de emanar calor. Los de frente liso resultan excelentes para aquellos individuos que sufren alergias, ya que sobresalen por no acumular polvo. Los últimos disponen de paneles, los cuales son huecos y permiten la circulación de agua caliente.
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